domingo, 30 de marzo de 2008

MARILUZ Y SU PADRE

He seguido con atención el "caso Mariluz" desde que desapareció la niña. Los llamados "sucesos" seimpre me han interesado desde el punto de vista informativo. Desde los tiempos de la radio -recuerdo que una de las primeras noticias que tuve que cubrir fue un ajuste de cuentas, vi el cadáver, un tiro en la cabeza y loa sesos reventados-, pasando por el programa "Sucedió en Madrid" -que creé junto a Pepe Abril- y hasta los informativos de Telecinco. Siempre me interesó el trasfondo, las razones profundas, el dolor terrible que causan los asesinos, los violadores, los agresores... Muy lejos, desde luego, de los circos mediáticos que montan tanto los presuntos expertos en la materia -que hacen bolos, ganan pastón y hasta escriben libros a costa del dolor ajeno, sin tener ni idea, sólo especulando- como los jóvenes periodistas, obligados a entrar en el juego a causa de la precariedad laboral.

Mi amigo Manu Marlasca, experto donde los haya en el género, ejemplo de rigor profesional, me alertó hace unos días sobre el templado comportamiento del padre de Mariluz (lo tiene escrito en su blog, enlace a la derecha). Juan José Cortés ha mantenido una entereza asombrosa y ha demostrado una gran sensatez, lejando al soliviantado entorno de la familia. Hoy leo en www.elmundo.es sus últimas declaraciones:

"No es un derecho mío, es una obligación del Estado".
Juan José Cortés está dispuesto a remover las estructuras del Estado y llegar hasta donde sea necesario para exigir responsabilidades. Y apunta incluso al presidente del Gobierno. "Zapatero debería dar explicaciones por la muerte de Mari Luz, el Estado es responsable indirecto del asesinato de mi hija", dijo a elmundo.es.

A medida que se conocen detalles del historial delictivo y judicial de Santiago del Valle, presunto autor del crimen, quedan en evidencia los errores judiciales que mantuvieron en la calle al ahora detenido, a pesar de estar condenado en varias ocasiones por abusos a menores. "Es para ponerse las manos en la cabeza que hayan fallado tantas cosas. La Justicia española está quedando en entredicho y es una vergüenza para el Estado español", señala.
A la pregunta de si espera ser recibido por Zapatero para darle explicaciones, Juan José responde: "Depende de la buena voluntad del presidente, pero sería lo más correcto". Hasta ahora los únicos representantes del Gobierno que se han puesto en contacto con él son el subdelegado provincial de Huelva y el delegado central en Andalucía, pero nadie le ha llamado aún para informarle de los errores judiciales.
Tiene claro quién es "el responsable directo" de la muerte de su hija, Santiago del Valle García, quien ya está cumpliendo prisión por sus crímenes. Pero insiste en que "hay muchos más responsables indirectos", y no se refiere únicamente a la mujer y la hermana del pederasta, que también están imputadas como cómplices y encubridoras de asesinato. Se refiere a "los que indirectamente han puesto al león delante del cordero".
"Cuando te vas enterando de todas las cosas que han fallado el dolor se agrava aún más, porque te das cuenta de que la muerte de Mari Luz podría haberse evitado", explica Juan José, quien califica de "ridícula e irrisoria" la excusa utilizada por el juez Rafael Tirado para justificar su negligencia. "Decir que la culpa es de una funcionaria que estuvo de baja es una excusa muy barata que nadie va a creerse. Ahora quiere escurrir el bulto y lo que tiene que hacer es dar la cara".
A Juan José le gustaría tenerle delante para decirle unas cuantas cosas. "Le preguntaría si tiene hijos o hijas, y qué haría para protegerlos. Si las penas no se cumplen y se deja sueltos a delincuentes que en cualquier momento puden volver a abusar de unos niños, ¿para qué está él? ¿para qué están los jueces? Estoy seguro de que si sus hijos estuvieran en la situación de Mari Luz apostarían por la cadena perpetua".

1 comentario:

CarmenS dijo...

Es lícito preguntarse, ante este cúmulo de desaciertos, si habrá más casos parecidos en otros lugares de España, delincuentes peligrosos y reincidentes que escapan a la justicia por la dejadez de los responsables, por la escasez de personal, por lo que sea.
El padre de Mari Luz está dando un ejemplo de templanza y de cordura muy encomiable en esta sociedad donde, cuando a uno le ponen la cámara delante, es difícil no desbarrar o montar espectáculo. Su dolor lo vive en privado. En público pide justicia con frases tan coherentes que sólo merecen respeto.