Me ha encantado la ceremonia de inauguración de los Juegos de Beijing'08. Sorprendente y brillante. Armonía y belleza han integrado la propuesta escenográfica que China ha ofrecido al mundo. Deslumbrante la primera parte, en la que han fundido con habilidad la tradición y la modernidad. En ningún mommento ha sido excesiva o cursi, sino colorista y medida. Gran éxito de Zhang Yimou y su equipo. Acróbatas volando por el aire como hadas, bloques de imprenta formando la Gran Muralla, anillos olímpicos con vida propia que se despegan del suelo, soldados de terracota vivos, bailarines cubiertos con vestidos de luces centelleantes que forman una réplica iluminada del Nido de Pájaro... La idea del pergamino ha funcionado muy bien... como la idea del gigantesco globo de cristal que se ha elevado desde el suelo, en el que Sara Brightman y Liu Huan han cantado el himno de los Juegos.
En el desfile de las delegaciones. España se ha dejado notar, aunque no lo he visto por televisión, lo he escuchado por la radio (entretenida retransmisión de la SER, aunque la chabacanería se ha abierto paso, han terminado desbarrando y he apagado el equipo). Los deportistas españoles Han disfrutado de verdad el momento. Cantando "A por ellos", "yo soy español" y otros eslóganes se han estirado más de lo previsto por la organización, se han entretenido con sus cámaras y se ha disgregado el grupo, añadiendo retraso a la ceremonia.
Impresionante encendido del pebetero. Li Ning ha volado como un ave fénix por el estadio. Una imagen extraordinaria. Será LA IMAGEN con la que se recordará esta ceremonia.
La retransmisión de TVE con señal internacional ha sido correcta. María Escario y Juan Carlos Rivero han estado a la altura, no así un novato Amat Carceller, que no ha aportado nada distinto a lo escrito en el guión. Les habría venido bien un chino o una china, que a buen seguro nos habría ayudado a llegar a la esencia del espíritu que China ha querido transmitir al mundo
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